La inteligencia artificial está transformando el panorama de los servicios tecnológicos, con informes clave de IDC y Gartner, junto con la nueva plataforma de ServiceNow, que apuntan a un futuro donde gestionar la proliferación de herramientas de IA será tan crítico como ofrecer capacidades basadas en IA. Los socios de canal más exitosos ya se están especializando en este campo, generando resultados tangibles para los clientes y logrando un crecimiento de dos dígitos. A su vez, la plataforma “AI Experience” de ServiceNow busca consolidar funciones dispersas de IA en una sola interfaz, simplificando operaciones y reduciendo la complejidad. Según Gartner, el gasto en software con capacidades de IA superará al software tradicional en pocos años, lo que significa que los proveedores que no logren entregar resultados quedarán rezagados. Sin embargo, el auge de la IA también trae riesgos significativos. Estudios de Stanford, sindicatos europeos y organizaciones de ciberseguridad advierten sobre una crisis de gobernanza en los lugares de trabajo. Los empleados reportan un aumento del “workslop”: contenido generado por IA que parece productivo pero carece de valor real, con pérdidas económicas sustanciales. Al mismo tiempo, la gestión algorítmica erosiona la autonomía laboral y la vigilancia reduce la confianza en los empleadores. Para empeorar la situación, muchos trabajadores introducen datos sensibles en sistemas de IA sin capacitación adecuada, exponiendo a las empresas a nuevas vulnerabilidades. Esto evidencia la necesidad urgente de políticas, formación y controles efectivos para que la IA aporte valor en lugar de caos. La disrupción también se siente en sectores específicos. En la traducción, los profesionales humanos ya están siendo desplazados por herramientas de IA cada vez más adoptadas. WhatsApp ha incorporado traducción automática directamente en la aplicación, mostrando cómo una solución “suficientemente buena” puede desplazar la necesidad de traductores humanos, salvo en contextos especializados como el legal o médico. Este caso sirve como advertencia: a medida que la IA mejora, otras profesiones como la investigación jurídica, las finanzas o el soporte al cliente enfrentan presiones similares. La lección para los proveedores es ayudar a sus clientes a definir cuándo la IA es adecuada y cuándo la intervención humana sigue siendo esencial. Al mismo tiempo, los grandes fabricantes de software y servicios están avanzando sobre el terreno de los MSPs, cambiando los límites de lo que pueden ofrecer. Acronis ahora incluye gestión de parches en su suite de respaldo, Slack introduce agentes de IA para resolver consultas de soporte, GoTo y Nexthink integran soporte y análisis, mientras que IBM migra herramientas de desarrollo a la nube. Cada uno de estos movimientos reduce el espacio de los MSPs tradicionales. La oportunidad radica en la integración y la gobernanza: ayudar a los clientes a unificar herramientas fragmentadas, asegurar el cumplimiento normativo y garantizar resultados que los fabricantes por sí solos no pueden ofrecer. Para los MSPs, el mensaje es claro: evolucionar hacia servicios de mayor valor o correr el riesgo de ser desplazados.